miércoles, 18 de noviembre de 2015

Jorge Rojas: “Lo más difícil es aprender a decir no”

Mañana y pasado festejará en el Gran Rex sus diez años como solista. Con un presente lleno de trabajo, dice que bajó un cambio y elige tocar menos.


Caballo peronista. Rojas, con El General, su potro preferido, en su quinta de Anisacate, Córdoba. (Foto: Daniel Cáceres)

“Siempre se vuelve a los orígenes, así como con Los Rojas volví al folclore más puro, que es el que tocaba cuando era chico; ahora, con Hoy, vuelvo a ser el intérprete que busca darle nuevas tonalidades a canciones compuestas por otros”, así, Jorge Rojas explica su presente, justo cuando cumple 10 años de carrera como solista.

Mañana y pasado, como parte de los festejos por la década como solista, el ex Nocheros se presentará en el Teatro Gran Rex, donde cantará, entre otros, tres temas de difusión de su disco, pronto a salir: “De eso se trata es una canción de María Isabel Saavedra, que es la artista colombiana que más interpretes eligieron para cantar; también estaráMe gustas, de Joan Sebastian; y vamos a presentar Hoy, que le da nombre al disco, del peruano Gian Marco Zignago”, adelanta Rojas a Clarín.

El nuevo trabajo también incluye Lo que el tiempo me enseñó, del uruguayo Canario Luna, y dos canciones de Víctor Heredia y Peteco Carabajal: “Hay temas de otros autores que te emocionan, te conmueven y los hacés propios. Por ejemplo, te piden “cantate esta canción”, y la cantás y después ves que te gusta y la hacés tuya, le vas dejando tu huella, le vas agregando colores. Eso nos pasó con los dos discos de duetos Cantemos y Entre voces, donde predominan los otros autores, pero a las canciones las siento mías”, cuenta emocionado en su estudio de grabación, en la quinta donde también vive en Anisacate, a unos 40 kilómetros al sur de esta Capital, pegado a Alta Gracia.

Pero la fiesta por estos 10 años no termina en el teatro porteño, sino que Jorge Rojas seguirá “haciendo música, porque queremos festejar a pura música; que es lo que sabemos hacer, hermano”. Y destaca que entre sus proyectos -bastante avanzados-, además del Gran Rex; en diciembre hay un show sinfónico en Salta; la salida a la calle de Hoy, que está casi listo; la edición de un nuevo disco para el mercado chileno; además de la edición de un DVD de sus shows de los últimos tres veranos en el Teatro Luxor de Villa Carlos Paz. Como buen hermano mayor, también anuncia que Lucio Rojas -junto a Jorge y Alfredo armaron Los Rojas-, tomará la posta como solista de la veta folclórica de la familia.

A la distancia, ¿qué diferencias hay entre el Jorge Rojas actual, y el que en enero de 2006, lejos del amparo de Los Nocheros, se animó a hacer su primer Cosquín?

Uff. Yo soy un eterno agradecido al Festival de Cosquín… Para mí Cosquín es especial. Me consagró dos veces: en 1994 con Los Nocheros y en 2006 como solista. Esa plaza es inolvidable para mí, porque revalida ese cariño, ese afecto de la gente. ¿Preguntás qué cambios noto? Hoy nos cuidamos más, sobre todo, la salud. No hacemos más esos viajes interminables; ahora nuestro límite son 700 kilómetros entre un lugar y otro, por fin de semana. Por una cuestión de logística y de salud. Somos híper cuidadosos de la calidad de nuestro show, porque el público paga para verte, que des el 100%, y no le podés fallar.

El músico pone acento en la salud: en septiembre de 2008, Alfredo, uno de sus hermanos menores, sufrió un accidente cerebro-vascular (ACV) en Santiago del Estero y ya se encuentra recuperado, pero no soporta giras largas. Y el propio Jorge tiene una lesión en la cuarta vértebra cervical, que lo complica para cantar: “Bajé un cambio. Con los changos hemos decidido cambiar las reglas internas. A los 40 te parás distinto que a los 20. Por ejemplo, ya no tocamos más de lunes a viernes; si tocamos es porque estamos componiendo, arreglando o grabando; pero no hacemos más shows. Un ejemplo es la comida, la mala alimentación te lo factura, porque los músicos en gira vivimos a minutas y eso repercute en el organismo”.

Y destaca: “Disfruto muchísimo el escenario cuando estoy 100% bien. Lo más difícil es aprender a decir que no, pero eso se aprende todos los días”.

En estos 10 años de carrera solista, Rojas pasó de ser el Nochero carilindo y más carismático, a transformarse en compositor, arreglador, productor e intérprete: “Estamos en una etapa de crecimiento y a la vez de consolidación. Por ejemplo, retomé las clases de canto. Los años que pasé con Los Nocheros también me sirvieron de aprendizaje de las cuestiones técnicas de un estudio. Conozco todos los estudios de Argentina, desde el más chiquito, hasta el más grosso, de Jorge “Portugués” Da Silva. Conozco todos los festivales de La Quiaca a Ushuaia, desde el más humilde donde sabemos que el intendente o la comisión acarrean con todos los gastos, hasta el que está más consolidado y el borderó te indica que está todo vendido. Esta experiencia nos hace estar más tranquilos y planificar más a largo plazo”.

En medio de la vorágine que implica un nuevo show y la edición final de un nuevo disco; Rojas aprovecha la charla con Clarín para distenderse. Incluso se saca fotos con El General, su caballo preferido, y cuenta que “en marzo cumplo 44 años, el tiempo pasa. Fijate, mi hijo mayor, Lautaro (23) es percusionista de nuestra banda”. La prole se completa con Nicolás (21), Belén (18) y María Lucía de apenas 13 meses.

Una de las escalas que hay en el horizonte de este neuquino convertido en salteño y con residencia en las sierras cordobesas, está en Chile: “Hay un productor chileno que está preparando un material mío, donde predominan más las canciones por sobre el folclore; y estamos trabajando en una docena de temas. Tengo amigos chilenos como los Illapu, que van a cantar en la Fiesta de Cultura Nativa que hacemos en la comunidad de Pozo el Bravo, en el corazón salteño; también somos amigos con Américo; Alberto Plaza o Myriam Hernández. En este disco hay una temática más melódica, predominan las canciones; y lo bueno es que la selección la hace un productor chileno, con una mirada más lejana y objetiva que la que podés tener vos mismo de tus trabajos”.

La madurez y la serenidad se notan en este Rojas, que mide cada paso que da para “no fallarle a mi público”. Sobre una posible gira por Chile, sólo admite, con humildad: “Tengo una muy buena relación con los productores del Festival de Viña del Mar”, dice, aunque está avanzada la posibilidad de que en el Verano 2016 se presente en el casino de Viña; y en 2017 sea una de las figuras del Festival.

Rojas actúa 30 y 31 de octubre en el Teatro Gran Rex, Corrientes 857, a las 21. Desde $ 200.