LOS ROJAS. Jorge Rojas convocó a todo el club Central Córdoba a bailar al ritmo de sus nuevos temas.
Y ahora me dices que te vas/porque estás cansada de esperar,/que las cosas nunca cambiarán,/que no tienes nada que pensar,/que pasas la vida en soledad.
Los Rojas bailaron e hicieron bailar a todos los que concurrieron al XIX Atahualpa, en la madrugada en que el domingo se transformaba en lunes, en un club Central Córdoba repleto. Fue la gran noche de cierre del festival, y marco de presentación ideal para el anticipo del disco que el trío de hermanos lanzará en este año.
Que no tengo tiempo para vos/que lejos de mí estarás mejor/y que conocerme fue un error.
A la cabeza de la formación, como no podía ser de otra manera, se destaca Jorge Rojas, quien recuerda con afecto su paso consagratorio por Los Nocheros y les abre camino en los escenarios a Alfredo y a Lucio Rojas.
¿Por qué no me dices la verdad?/Y si acaso no me quieres más,/pues llegó la hora de marchar/recoge tus cosas y te vas.
El grupo adelantó en la cita tucumana tres temas de su producción, que se asientan en lo romántico folclórico, con incorporación de instrumentos no tradicionales y de arreglos, sin dejar de lado los emocionados recuerdos por un pasado añorado (como en la canción “A mi pueblo”, título del próximo disco).
Vete/pues ya no quiero verte/y es preciso que sepas/que no voy a detenerte.
Las letras que se reproducen en la nota son de “Vete”, tema insignia del CD, con música de Alfredo y de Jorge, quien escribió la letra y es la voz cantante del trío en el diálogo con LA GACETA. Lucio también colabora en la música de otros temas, con letra de Fernando Quevedo.
“A Tucumán me une mucho; desde la época de Los Nocheros, fue una de las ciudades más queridas por nosotros, donde siempre nos recibieron con un inmenso afecto. Ya tengo una vida cantando en cada una de las fiestas populares que hay en el país, y esta provincia es una de las más fuertes en festivales y encuentros folclóricos”, sostiene el músico.
- ¿Qué es lo que deseás en esta nueva etapa de su carrera?
- Ojalá tengamos unos años más para seguir compartiendo canciones. Llevo casi dos décadas en la música y este tiempo me dice a la clara que los sueños, cuando se buscan con amor, pasión y respeto, se hacen realidad. Arrancamos empuñando la guitarra y hoy podemos disfrutar del cariño de la gente, que es un regalo inmenso que nos dio Dios.
- ¿Qué es la música para vos?
- Es donde me realizo, donde expreso lo que siento, lo que vivo y lo que pienso, todo está en nuestras canciones como cantores populares que somos.
- ¿Extrañás a Los Nocheros?
- Sí, porque fue una formación que hizo cosas importantes y que dejó marcas. Tengo el orgullo de haber formado parte de ellos y cuando escucho sus discos, me emociono como el primer día. Quise con toda el alma al grupo.
- ¿Qué opinás de esta realización del Atahualpa, que ya cumplió tantos años como vos en la música?
- Tienen una gran fiesta, nosotros comentamos por todos lados cuánto ha crecido y la cantidad y calidad de artistas que vienen a compartir su programación. Hoy es una de las fiestas más importantes del país y el marco es super imponente; se nota muchísimo todo el laburo de producción que hay, con un gran escenario, muchísima gente trabajando y una parte técnica importante. Hace falta repasar una programación como la del Atahualpa para darnos cuenta de que los argentinos estamos muy aferrados a nuestra música.
De Neuquén a Salta
La familia Rojas es de Neuquén (donde nacieron los tres hermanos), desde donde migró por razones laborales a principios de los 80 al chaco salteño. Fue allí donde el folclore tomó por asalto a Jorge Rojas, lo transformó en profesional y nunca más lo abandonó. El mayor del trío le lleva casi cinco años a Lucio, quien es el más rockero y melódico de la nueva formación, al punto que su ídolo es Alejandro Lerner. Alfredo, el benjamín con 34 años (ocho años menos que Jorge), comenzó en el cuarteto cordobés, fue cantante invitado por La Barra, Chévere y Banda XXI y lanzó exitosos discos en este género, al punto que “Mía” estuvo postulado en 2004 a los Premios Gardel a la Música en el rubro de mejor álbum de artista tropical.
