Cantó sus clásicos y parte de su nuevo repertorio en los estudios de centrales de Cadena 3. Además, contó detalles de su vida personal y profesional en una de las entrevistas de Rony Vargas más importantes del año.
Desde las 11 de la mañana la banda de músicos que acompaña a Jorge Rojas comenzó a instalar en los estudios centrales de Cadena 3 todo el instrumental que horas después acompañaría a Jorge Rojas en el minirecital que ofreció en el programa Viva la Radio.
Tan sólo ese detalle da cuenta que se trató de una de las entrevistas más importantes que realizó este año Rony Vargas, el conductor del ciclo de las tardes de Cadena 3.
Guitarra, piano, bombo, equipo de sonido y todo el equipamiento necesario para ofrecer un show de lujo y cuidando los detalles hasta el extremo. "Estamos cuidando mucho nuestro sonido, para que a la hora de cantar la música y las canciones fluyan", dice Jorge y por si acaso aclara: "La canción es la que tiene el poder y la magia de comunicar porque la canción es testimonio, la canción es vida".
El salteño contó que hace 17 años que recorre junto a su banda el país, pero que eso no le hace estar pendiente de que aparezcan nuevas cosas.
"Yo llegué a 'Marca Borrada' cuando cumplía los 8 años y empecé a tocar allí la guitarra, porque tocar la guitarra es una de las principales diversiones o recreaciones que tenemos allá", recordó el músico.
"No había tele y sólo escuchábamos Radio Nacional. Había un violinisto (sic), porque le decíamos así, reconocido por todos que tocaba en todas las fiestas y bailes del pueblo. Por eso le hicimos a Don Amancio, una chacarera homenaje junto al Chaqueño Palavecino"
Jorge Rojas respira todavía el aire de Marca Borrada porque los recuerdos de esa tierra que los vio crecer hasta la adolescencia están muy vívidos en el cantante.
Así Rojas contó cómo era esa convivencia entre los criollos y los aborígenes.
"La escuela estaba en la comunidad de La Merced. Era de la etnia chorote y yo de repente compartía la lectura de un libro de historia con un compañero que era aborigen", relata.
Agrega que desde Marca Borrada hasta Tartagal había que recorrer 180 kilómetros.
"Los caminos estaban con muchas dificultades, por la sequía o por las inundaciones y cuando tengo que emigrar a Tartagal para hacer el secundario, allá uno se daba cuenta que vivía en otro mundo", rememora.
Ese contexto de vida que le dio Rojas a su pueblo le dieron pie para interpretar el primer tema, justamente "Marca Borrada".
Al finalizar el tema Rony le preguntó si extrañaba ese lugar.
La respuesta llegó contundente, sin titubeos: "Sí todo el tiempo, cuando tenemos un espacio nos vamos, Mi viejo sigue estando allá. Siempre tenemos ganas de volver. Los primeros años cuando arrancamos con los Nocheros, fue todo tan alocado que no regresé por lo menos por cuatro, cinco años. Imaginate que hubo años en que hicimos 280 show al año, estábamos todo el año cantando, por eso son muy pocos los pueblos que nos quedaron sin conocer", precisa.
"Ahora nos organizamos un poco más, tratamos de tener recitales los fines de semana. Eso nos da tiempo para producir", contó el músico
Tantas horas de escenario, 12 discos compartidos con Los Nocheros lo llevaron a Jorge Rojas a conocer decenas de estudios de grabación y a ir madurando la idea de tener el suyo propio en un espacio en el que pudiera conjugar familia y profesión y ese espacio hoy es realidad en su casa de Anisacate, en el Valle de Paravachasca.
"Hacer un disco lleva 60 días y por eso siempre pensaba cuando se diera la oportunidad de estar cerca de la familia y tener las cosas a mano y de a poco fui buscando cosas, sobretodo el equipamiento técnico. Este año conectamos todos los pedacitos y hemos grabado por fin un disco en casa", contó Rojas.
La referencia que hizo Jorge a Los Nocheros le dio el pie al conductor de Viva La Radio para preguntarle cómo fue ese momento trascendental, cuando decidió dar un paso al costado y salió a batirse en duelo con un público que conocía pero que ahora debería reconquistar como solista.
"Me pasaron muchas cosas, algunas que ni siquiera las puedo contar. Tenía claro que tenía que dar un paso al costado. Tuve la contención de la familia, de los amigos, y de los compañeros de ruta que se acercaron", contó Rojas.
"Cuando llegó la hora de hablar me acuerdo que lo hice con vos Rony un viernes santo. Y lo hice con vos porque te admiro muchísimo, entonces me dije: Mi conversación tiene que ser con Rony", dijo el salteño.
Después del reconocimiento al conductor de Viva la Radio, sus volvieron nuevamente con la música y fue el turno de "Luna Vallista", una zamba de los Valles Calchaquíes.
Sobre su nuevo trabajo, "Mi voz y mi sangre", acota que lleva ese nombre "porque resume cosas que fluyen por nuestra sangre: zambas, chacareras, patios de tierra y guitarreada"
Las piedras del camino
Rojas reconoció que le han pasado "cosas en el camino" que lo hicieron pensar en lo "verdaderamente importante".
"En la primera temporada, cuando arranqué esta nueva etapa, íbamos a todos lados. Al final de la temporada no terminaba de recuperarme y terminé con lesiones por el sobreesfuerzo, esto hizo tranquilizarnos y reorganizarme", ejemplificó.
Por eso dijo que para esta temporada está trabajando "con mucho cuidado para poder estar de la mejor manera. Porque en cada una de las presentaciones doy todo", reconoció.
Rojas recordó los difíciles momentos vividos tras el gravísimo accidente de su madre y el tiempo de convalecencia de su hermano Alfredo por el ACV que sufrió mientras guitarreaba en un patio santiagueño.
"Han sido momentos difíciles, a veces uno no sabe qué es lo que va a hacer o cómo va a reaccionar en situaciones así, pero gracias a Dios siempre nos hemos encomendado a Dios y creo que tenerlo a Alfredo es un milagro".
"A dónde va el amor", fue el corolario justo para decir con música dónde van los sueños y el amor, "trato de responder con esta canción, dónde están esas cosas". señaló.
Y ratificando su condición de cantor, Jorge Rojas entona "Para cantar he nacido" y cuenta sus ganas de llegar alguna vez a Viña del Mar y recuerda cómo fue su paso por ese difícil escenario de la mano de Franco Devita.
"Teníamos una rutina de seis temas, terminamos de cantar los seis temas y empezó el público a pedir más. Da un miedo ese monstruo y sin embargo la gente nos recibió con tanto cariño. Vinieron las antorchas y luego las Gaviotas", recordó.
"Ahora vamos a intentar llegar con las canciones. Este año haremos otra gira de promoción por Chile par que nuestras canciones lleguen al corazón de la gente"
También dijo que estarán en los festivales de Durazno y Tacuarembó, en Chile y Uruguay.
Rojas está feliz con "Mi voz y mi sangre", porque en el lanzamiento fue disco de oro.
"Es nuestra primera producción independiente y lo que hicimos lo hicimos a pulmón, apostamoa a hacer por nuestro disco lo que nosostros podamos hacer".
El cantante recordó cómo conoció a Silvia Mujica una de sus más prolíficas letristas y como con ella "gestaron" canciones maravillosas y muy presentes en la gente.
"'No saber de ti', es la canción que más canta mi público", dijo.
A continuación interpretó desde el fondo del alma esa bella canción.
Con la emoción a flor de piel, siguieron "Ritmo de saya" y "De esas que te hacen llorar", una chacarera con la que cerró su minirecital en los estudios de Cadena 3
Antes de terminar aprovechó Jorge Rojas para recordar que hoy es el cumpleaños de Guido Bertini, el baterista salteño, quien no estaba presente.
Los mensajes abarrotaron las líneas de comunicación de Cadena 3 con deseos de buenos augurios para Rojas y su banda y también con reflexiones emocionadas sobre lo que el cantante significa para tantísima gente en la larga extensión del territorio nacional.
Los músicos de un minirecital histórico
Jorge Rojas presentó a sus músicos y socios de escenario: Lucio, Alfredo, Mono Banegas, Antonio Clavito Riera (en el bandoneón), Fernando Quevedo, Carlos Pema y el Turco y el Turquito en sonido.
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