FESTIVAL ATAHUALPA
• Jorge Rojas tendrá su turno a las 0.40, en el momento central de la fiesta en Central Córdoba.
• Jorge Rojas tendrá su turno a las 0.40, en el momento central de la fiesta en Central Córdoba.
A los 20 añitos salió eyectado de la quietud de su querido chaco salteño y se metió en el huracán indomable, ese que siempre da letra y lágrimas a los folcloristas. Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, la Argentina de punta a punta. Después Latinoamérica y ahí nomás el mundo. "Llegamos a hacer 270 shows al año. ¡270!", recuerda Jorge Rojas mirando en perspectiva su pasado con Los Nocheros.
Por momentos la pasó mal. El desarraigo, el amor por el pago dejado tan lejos, el gustito a mate con yerba buena... Esa y otras cuestiones fueron las que pesaron en su separación del exitoso grupo. Ahora, con ocho años construyendo su propio camino, agradece haber vivido en aquella montaña rusa que le dio la experiencia para montar un show enorme, como el que ofrecerá hoy en el festival Atahualpa.
Con la banda se tomaron unas pequeñas vacaciones después de 16 meses sin bajarse de los escenarios. "Es que en Argentina hay más de 1.000 fiestas populares en todo el año. Por eso los folcloristas podemos trabajar el año redondo sin parar", explicó durante la entrevista con LA GACETA, mientras ajustaba las últimas tuercas del espectáculo.
Tiene cosas para estrenar: tres bailarines nuevos y un violinista de los nuestros, de Simoca. Se llama Manuel Sija.
- Integrás a los bailarines como parte de la banda. ¿Qué le aporta eso al espectáculo?- Desde lo musical, el espectáculo tiene casi todos los ritmos folclóricos, y todos son muy ricos también desde la danza. Entonces, verlos juntos es muy bueno porque se conjuga todo, y mejor si están preparados y ensayaronjuntos. Uno piensa en el espectáculo en su totalidad.
- ¿Qué te produce ser el artista principal del Atahualpa?- Uno no deja de maravillarse; hay cosas que en algún momento estuvieron en el plano de los sueños y ahora son realidades. Entonces aparece el compromiso, el de pensar cosas nuevas, renovar la puesta, no quedarse sólo en lo musical, adoptar tecnología, pensar en una buena iluminación.
- ¿Qué opinarían Los Chalcha de ponerle tanto despliegue escénico al folclore?- (Risas) La tecnología tiene que servir para acompañar lo que uno hace, para crear un clima que tenga que ver con nuestro mensaje. Somos amigos con don Juan Carlos Saravia, incluso lo invité a mi casa, al ranchito de adobe en el chaco salteño. Creo que él en este momento es una de las figuras que ha conservado en su esencia todo lo que nosotros aprendimos. Pero vivimos en otro momento, tenemos la tecnología que acompaña al clima, no es que vamos a hacer un espectáculo psicodélico.
- ¿Extrañás tus días con Los Nocheros?- (Más risas) He vivido cosas increíbles, éramos la consagración de Cosquín con sólo 20 años. Desde que salí a esa edad de mi pueblo hasta hoy no paré de cantar nunca y fuimos una de las formaciones más queridas. No creo que extrañe, tengo lindos recuerdos de una ola gigante, una avalancha que también tuvo cosas malas: te vas muy lejos de tu lugar, de tu música. Pero de repente empezaron a cambiar nuestros objetivos. Recibí un golpe y así, de golpe, fue que decidí separarme.
FUENTE: http://www.lagaceta.com.ar
Por momentos la pasó mal. El desarraigo, el amor por el pago dejado tan lejos, el gustito a mate con yerba buena... Esa y otras cuestiones fueron las que pesaron en su separación del exitoso grupo. Ahora, con ocho años construyendo su propio camino, agradece haber vivido en aquella montaña rusa que le dio la experiencia para montar un show enorme, como el que ofrecerá hoy en el festival Atahualpa.
Con la banda se tomaron unas pequeñas vacaciones después de 16 meses sin bajarse de los escenarios. "Es que en Argentina hay más de 1.000 fiestas populares en todo el año. Por eso los folcloristas podemos trabajar el año redondo sin parar", explicó durante la entrevista con LA GACETA, mientras ajustaba las últimas tuercas del espectáculo.
Tiene cosas para estrenar: tres bailarines nuevos y un violinista de los nuestros, de Simoca. Se llama Manuel Sija.
- Integrás a los bailarines como parte de la banda. ¿Qué le aporta eso al espectáculo?- Desde lo musical, el espectáculo tiene casi todos los ritmos folclóricos, y todos son muy ricos también desde la danza. Entonces, verlos juntos es muy bueno porque se conjuga todo, y mejor si están preparados y ensayaronjuntos. Uno piensa en el espectáculo en su totalidad.
- ¿Qué te produce ser el artista principal del Atahualpa?- Uno no deja de maravillarse; hay cosas que en algún momento estuvieron en el plano de los sueños y ahora son realidades. Entonces aparece el compromiso, el de pensar cosas nuevas, renovar la puesta, no quedarse sólo en lo musical, adoptar tecnología, pensar en una buena iluminación.
- ¿Qué opinarían Los Chalcha de ponerle tanto despliegue escénico al folclore?- (Risas) La tecnología tiene que servir para acompañar lo que uno hace, para crear un clima que tenga que ver con nuestro mensaje. Somos amigos con don Juan Carlos Saravia, incluso lo invité a mi casa, al ranchito de adobe en el chaco salteño. Creo que él en este momento es una de las figuras que ha conservado en su esencia todo lo que nosotros aprendimos. Pero vivimos en otro momento, tenemos la tecnología que acompaña al clima, no es que vamos a hacer un espectáculo psicodélico.
- ¿Extrañás tus días con Los Nocheros?- (Más risas) He vivido cosas increíbles, éramos la consagración de Cosquín con sólo 20 años. Desde que salí a esa edad de mi pueblo hasta hoy no paré de cantar nunca y fuimos una de las formaciones más queridas. No creo que extrañe, tengo lindos recuerdos de una ola gigante, una avalancha que también tuvo cosas malas: te vas muy lejos de tu lugar, de tu música. Pero de repente empezaron a cambiar nuestros objetivos. Recibí un golpe y así, de golpe, fue que decidí separarme.
FUENTE: http://www.lagaceta.com.ar