domingo, 13 de noviembre de 2011

Diario La Capital : "Sé que mi vida está alrededor de la música porque eso me hace feliz"


Jorge Rojas subirá al escenario de Metropolitano el domingo próximo para presentar “Uno mismo”, el nuevo espectáculo que maduró durante los últimos seis meses y que llevará a los festivales del próximo verano.



El artista integró Los Nocheros desde su consagración en el Festival de Cosquín hasta la cima de su carrera y dejó el conjunto para grabar como solista La vida? (2005), Jorge Rojas (2007) y
Mi voz y mi sangre (2009). (Foto: F. Guillén)



Jorge Rojas subirá al escenario de Metropolitano el domingo próximo para presentar “Uno mismo”, el nuevo espectáculo que maduró durante los últimos seis meses y que llevará a los festivales del próximo verano.

El cantor nacido en Cutral-Có y criado desde los 9 años en el Chaco salteño mantuvo un extenso diálogo con Escenario sobre recuerdos de sus comienzos y un análisis del trabajo que realiza hoy.

Dueño de una voz que lo convirtió en uno de los dos pilares de Los Nocheros (el otro es Rubén Ehizaguirre), uno de los mayores éxitos del folclore de los últimos tiempos, Jorge Rojas se atrevió a dejar el conjunto en su mejor momento para producir discos de otros artistas e iniciar una carrera que le deparó un éxito tan fulminante como inesperado.

En los recuerdos quedan los primeros pasos artísticos con Los del Cerro y el ingreso al cuarteto que integró junto a Mario y Kike Teruel, y Rubén Ehizaguirre en 1993. “La etapa con los changos fue muy diferente a la que vivo hoy. Entré al grupo con 19 años y a los seis meses éramos la consagración de Cosquín. Después no paramos de girar y todo se transformó en una aventura increíble: llegamos a hacer hasta 270 presentaciones al año. Las vivencias con Los Nocheros fueron para mí una de las cosas más fuertes que me tocó vivir. Conocí toda Latinoamérica; hicimos todas las plazas de Estados Unidos, Canadá y España”, enumeró el músico.

-Cómo se animó a bajar de ese carrousel en movimiento?
Habían pasado 12 años de cosas fuertísimas. No encontraba el teimpo para quedarme quieto y me di cuenta de que había llegado el momento de dar un paso al costado, de bajarse de ese tren.

—¿Esperaba el buen resultado que obtuvo al lanzarse como solista?
Digamos que los pronósticos eran al revés y era difícil pensar que eso podía suceder tan rápidamente. Cuando tomé la decisión de bajarme del grupo sabía que mi vida estaba alrededor de la música porque es lo que me hace feliz. Había aprendido mucho en la parte técnica y de producción trabajando en muchos aspectos que están relacionados con lo que sucede abajo del escenario.

—Ya había producido discos del Chaqueño Palavecino.
Claro. Había hecho cuatro discos del Chaqueño, dos discos de Los Carabajal y participaba en la producción de cada disco de Los Nocheros. Me dio mucha experiencia trabajar con técnicos del mundo en estudios de grabación de Miami, Los Angeles, México. Grabar con las sinfónicas de cualquiera de esos lugares cotidianamente.

—¿Meterse en toda esa actividad lo apabullaba?
Sí, las primeras veces me emocionaba y no lo podía creer. Después comenzó a ser parte de mi trabajo. Toda la experiencia que había adquirido me hacía saber que mi vida estaba ahí, alrededor de la música, arriba o abajo del escenario.

-Hace poco hablábamos con Peteco Carabajal sobre ritmos como el huayno o la saya que se van arrimando al sonido de la cumbia. ¿Será ése el ritmo natural de Latinoamérica?
La música andina tiene que ver con lo bailable. Y la música andina es la que más te hace pensar en eso. Vos decís chacarera... ¡Pero tenés que saber la coreografía..! No podés levantarte de la silla y bailar. ¿Qué es lo que más se acerca de nuestra música de raíz folclórica a ese momento en que te querés parar y bailar? Es la música andina que, por su acento rítmico, tiene que ver con lo afro. La saya es un ritmo boliviano y es una danza con la que se manifestaban los esclavos que llevaban cadenas en los pies. Una de las explicaciones puede estar ahí. Es música para bailar y los grandes festivales y las fiestas populares del país tienen que ver con las ganas de salir, de compartir y de bailar. Cuando vos me hablás de la cumbia, me estás hablando de un ritmo folclórico colombiano. Si me hablás de la salsa y el merengue estás hablando de ritmos folclóricos caribeños. Entonces, en algún momento sí creo que forman parte de una sola cosa. Creo que es muy interesante lo que han charlado con Peteco.

—¿A la hora de componer tiene en cuenta estos elementos?
Yo hago talleres con quienes trabajo. ¿Qué significa? Trabajamos la parte rítmica, por supuesto. Y somos artistas de música popular. Claro que lo tengo en cuenta y es el momento de que —más allá de una canción con mensaje, que también lo pienso— cuando encaramos un disco sabemos que hay canciones que no pueden faltar como “Murallas”, “Las alas de la libertad”, “Para cantar he nacido”, “La vida”. Hoy sería el caso de “Uno mismo”. Es un conjunto de cosas que tenemos en cuenta cuando nos reunimos.

—Forman un equipo de trabajo permanente?
Sí. Con Fernando Quevedo, Néstor González, Lucio y Alfredo (sus hermanos), con Silvia Mujica, santafesina, hicimos muchas canciones, trabajamos mucho en eso.
Con ella fue con la que más trabajamos eso de ponernos a ver que un disco tenga un poco de cada una de esas cosas y tener en cuenta todo lo que nos pasa.

—¿Está probando el disco en cada actuación?
Sí. Siempre. En el momento en que aparece una canción ya me dan ganas de cantarla. Así vas viendo las canciones que son para bailar y tienen esa chispa en la melodía y por ahí las introducciones que las escuchás y decís: “Ahí apareció”. Por ahí también está la canción que te hace acordar de esas cosas que vivís cuando el amor toca tu puerta. Tenés momentos absolutamente felices y momentos de dolor profundo que te provocó una ruptura. El amor tiene eso que te lleva de una orilla a la otra en un rato.

—¿Qué presentará en el nuevo espectáculo que trae a Rosario?
Le dí una vueltita de rosca al espectáculo. Como te decía antes, para volver hay que traer cosas nuevas y he trabajado con un puestista para la escena; he trabajado con un coreógrafo toda lo referido a la danza, porque sigo trabajando con nuestras danzas, desde la zamba, la chacarera, el huayno, el carnavalito, el tango. Estaré acompañado por unos artistas tremendos que, en esta oportunidad, estarán conmigo. Son bailarines internacionales. Hay canciones nuevas de adelanto de lo que va a ser mi próximo disco y temas conocidos, con arreglos nuevos. Y, por supuesto, las ganas renovadas, a pleno, para volver al reencuentro con los rosarinos y las rosarinas.

—En un momento las chicas suspiraban por su melena y después se la cortó. Sin embargo no le sucedió lo mismo que a Sansón, que le cortaron el pelo y perdió la fuerza...
(Risa).Bueno, en aquel momento las chicas eran chicas y ahora ya no lo son tanto.