domingo, 21 de octubre de 2012

Rojas de la alegría, así quedaron ellas

A Orfeo repleto, ocho mil fanáticas bailaron y cantaron al ritmo de Jorge Rojas. Presentó su disco “Uno Mismo”, pero no se privó de los clásicos que enloquecen a sus seguidoras.

Fueron más de 8 mil personas las que colmaron el Orfeo anoche.

Son las 21.50 de un sábado más bien tristón… salvo en un punto concreto de la ciudad de Córdoba. El Orfeo Superdomo era anoche una olla a presión cuando las luces se extinguieron y dieron paso a la música de Jorge Rojas, en su regreso a Córdoba para presentar su último disco: Uno mismo.

Una marea de mujeres invadió el estadio para mostrarle su cariño a puro grito. Por momentos, ni la potente voz del ídolo se escuchaba, tapada por los teamoooooooooo que no encontraban paz ni final. Si el tema tenía buen ritmo, las palmas y los gritos eran lo mínimo (por supuesto que también hubo baile, y mucho); si en cambio se trataba de uno más lento, las cabezas y los brazos se mecían de acá para allá.

Luego de un arranque con Cara de tristeza y Vuelvo, llegó el tema que le da nombre al nuevo disco: Uno mismo, una de las letras de mayor calidad que ha realizado Rojas. Después, Sólo mía, y después, el saludo. “No se dan una idea de cómo las extrañamos”, dice, con toda intención.

“Estamos felices por cómo se ha dado esto. Cada vez que tenemos alguna inquietud de hacer algo ustedes nos acompañan, malcriándonos”, disparó allá por el cuarto tema. “¡Me ayudan a cantar?”, preguntó. Se imaginan la respuesta… ocho mil uno (Rojas y las ocho mil fanáticas) cantaron Tengo ganas a voz en cuello.

A lo largo del show, que continuaba al cierre de esta edición, se desgranaron varios temas del nuevo disco, pero casi no faltaron los clásicos, esos que levantan a la tribuna y que tornan casi innecesaria la presencia de los cantantes.

Un show impecable. Como siempre, la puesta fue cuidadísima. Tres enormes pantallas repitieron la imagen de Jorge y sus hermanos (Lucio y Alfredo), y también el resto de la banda. En algunos temas, la imagen que reproducían las pantallas era especialmente preparada, como en Uno Mismo (se reproducía la letra por parte), en otros directamente la cámara se clavaba en la estrella y, la verdad, eso era lo más efectivo.

En esta nueva llegada a Córdoba Rojas dejó en claro que confía en la fórmula que lo lanzó al estrellato. Su propuesta, de altísima calidad, pasa por alimentar la relación de intimidad que ha construido con cada una de sus fanáticas.

Tal es el magnetismo que Rojas despierta en sus seguidoras que los guardias del Orfeo tuvieron que “intervenir” varias veces para “disciplinar” a las desacatadas plateístas, que correteaban por los pasillos en busca de la foto más preciosa. Es que hay amor verdadero entre ellas y él, y, como buen amor, no tiene demasiado sentido explicarlo. Rojas pone su carisma, su exquisita voz, un show de gran calidad y letras que apuntan al centro del corazón. Ellas ponen precisamente el corazón. ¿Hace falta explicar eso?

Lleno - Todo vendido
El de anoche fue el primer Orfeo de Rojas, y logró colmarlo. Se vendió hasta la zona de visión restringida.

Se viene - Póster
El miércoles publicaremos un súper póster, en papel ilustración de altísima calidad, de Jorge Rojas. Atención fanáticas: las fotos serán de este recital. Como siempre, irá gratis con el diario.

Nota : Por Adrián Bassola