La despedida de la fiesta popular tuvo su ritmo de un cantante cada vez más querido. El compadre ilustre fue un médico.
Como si fuese un resarcimiento de la naturaleza por la lluvia del jueves, el buen clima acompañó toda la velada de despedida de la Fiesta de la Calle Angosta, como había sucedido el sábado; y el viernes. Más de 30 mil personas en tres noches plagadas de folclore fue lo que dejó la edición número 27 del festival.
El ballet Lucio B. Mansilla y la voz de Jorge Rojas fueron los momentos que marcaron el inicio y el final del tradicional festival. Entre esos números hubo otros que mantuvieron la atención de los villamercedinos.
El gobernador de la provincia, Claudio Poggi, llegó al predio cerca de las 23 y tras saludar a muchos de los 10 mil espectadores que estaban en el anfiteatro, se acomodó en la primera fila, al lado del intendente de la ciudad, Mario Raúl Merlo. En esa ubicación siguió todas las alternancias de la noche de cierre.
Entre zambas y gatos cuyanos, Las Voces del Trébol, El Grupo Puntano (dos grupos históricos que refrendaron su cariño por la ciudad), Raíces Nuevas y el ballet Semblanzas plagaron de alegría el festival con sus temas más populares.
El momento más emotivo fue durante la entrega del premio al “Compadre Ilustre” que recibió Mario Herve Lucero, médico y maestro de la guitarra que integró varios conjuntos folclóricos de la ciudad. El homenajeado formó parte de "Las 100 Guitarras Mercedinas", entre otras agrupaciones.
La distinción instaurada en 1986, fue entregada por el Gobernador y el intendente de la ciudad. Emocionado, al bajar del escenario Lucero dijo sentirse “sumamente honrado de poder sumarme a esta galería de compadres ilustres. Más allá de los méritos que puedo tener, creo que deben pesar a la hora de elegirme, los sesenta años que llevo en la música cuyana".
El médico y músico dijo que desde los 15 años que anda con la guitarra a cuestas "haciendo todo lo posible para que la música cuyana se difunda”.
Luego fue la voz de Isabel Alizegi, finalista de "Soñando por cantar", la que desató los aplausos de los presentes con la tonada “Herido corazón” como tema inaugural.
“Alfonsina y el mar” -la canción con la que deslumbró al jurado del certamen televisivo en el verano pasado- fue el cierre elegido por la intérprete. Más aplausos para una talentosa que tuvo su oportunidad en su tierra y en horario central.
Cuando el reloj marcó la una de la mañana, hizo su entrada triunfal la figura más esperada de la noche, el solista Jorge Rojas. Una platea repleta de mujeres, de todas las edades, no escatimó en gritos y aplausos para el cantante.
Las banderas y los pañuelos de colores fueron la constante en la platea que acompañó en coro cada tema del ex nochero.
Con la canción “La yapa” abrió su presentación y luego le siguió un repertorio de 24 temas, entre los cuales se puede mencionar “Lágrimas negras”, “Otra pena”, “No saber de tí” y el cierre con “Voy a celebrar”.
Una vez terminado el show y con él la nueva edición de la fiesta, Osvaldo Biachi, presidente de la Comisión de Calle Angosta, hizo un balance de las tres noches. “Creemos que fue verdadero éxito. Pasaron por el predio más de 30 mil personas, y la última noche hemos superado las 15 mil. Estamos más que contentos”.
En referencia a los fogones que se abrieron en las adyacencias al predio, en parelelo con los shows en el escenario mayor, Bianchi agregó que los espectadores los aprovecharon mucho y disfrutaron de la amplia oferta gastronómica.
Las extensas filas en los puestos de comidas y todas las mes
as ocupadas fueron la prueba fehaciente de que así había sido. Los chivitos a las brasas a la vista, las empanadas que no paraban de salir de las ollas y los choripanes por miles, fueron parte del paisaje festivalero.
La calle de una vereda sola y el escenario Alfonzo y Zabala fueron una vez más el lugar de encuentro y la cita obligada de los amantes del folclore cuyano y la música popular. Se fueron pasadas las cuatro de la madrugada cuando aparecieron las primeras ráfagas de viento que anunciaban que el clima iba a cambiar.