Jorge Rojas, el cantautor más taquillero del cancionero popular en una entrevista exclusiva con El Diario. Debutará esta noche en la temporada de Villa Carlos Paz con un espectáculo musical en el teatro Luxor.
El cantautor más taquillero del cancionero popular debuta hoy en la temporada veraniega con un espectáculo musical en el teatro Luxor. El viernes pasado anticipó a El Diario, cómo será el show que ofrecerá todos los lunes de enero y febrero.
El amor originario, sus canciones, los bailes y una puesta en escena poco usual en los recitales fueron ensamblados por los Rojas para ganarse la taquilla de un verano exigente.
Jorge Rojas llegó al Piso 11 del Amerian hotel de Villa Carlos Paz tras dejar uno de los últimos ensayos y se sentó tranquilo, dispuesto al diálogo.
“Esta es nuestra primera temporada en Villa Carlos Paz, porque el año pasado tuvimos tan sólo cuatro presentaciones en medio de la temporada de festivales, y esas presentaciones nos dieron la confianza y la idea de quedarnos este verano todos los lunes de los meses de enero y febrero. Pero los viernes y los sábados seguiremos presentándonos en los festivales y en las fiestas populares”, explicó.
¿Cómo será la propuesta carlospacense de Jorge Rojas?
La propuesta será distinta a la de los festivales porque el teatro, el ambiente y el lugar te brindan otras oportunidades. Lo particular y diferente va a estar en la incorporación de un ensamble de cuerdas. Si bien es cierto que yo había grabado con un ensamble de cuerdas en los discos, es complicado llevarlos a un espectáculo en vivo. Siempre un ensamble de cuerdas implica una gran cantidad de músicos y una disposición técnica que, a veces, para nosotros que nos movemos en las fiestas populares, es una complicación para la producción de un festival.
En los festivales siempre estamos adaptándonos a la producción de los lugares. Sabemos que cada festival se organiza con mucho esfuerzo y las presentaciones artísticas son extensas por lo que el armado y desarmado tiene que ser rápido y sencillo. Por todo esto, no es viable poner en los festivales algunas ideas nuevas. En los teatros hay otras posibilidades técnicas, y el teatro Luxor en particular. Por eso los recitales del año pasado nos dieron la idea de hacer estas presentaciones y a lo largo del año nos pusimos a hacer los arreglos de cuerdas correspondientes. Empezamos a ensayar con un ensamble de cuerdas para ir ambientándonos ya que es la primera vez que vamos a estar con tantos músicos. Además se ha renovado la escenografía y las coreografías. Hay herramientas que se hicieron especialmente para el espectáculo. Por la cantidad de personas que va a haber en escena y la cantidad de músicos, hubo que construir tarimas completas para cada uno de los bloques que vamos a presentar. También se han incorporado bailarines para este espectáculo. Vienen dos campeones de malambo. Y uno de nuestros changos salió cuatro veces segundo en Laborde, está compitiendo en estos días y esperemos que tengamos la fortuna de que salga campeón. El malambo es una de las danzas más vistosas y varoniles que tiene nuestro folclore, y va a estar en escena con cuatro grandes bailarines. El montaje es complejo, -por lo que ya dijimos- que es la primera vez que vamos a estar acompañados de tantos músicos en escena. Es un verdadero desafío y nos hace muy felices poder entregar un poco más a la gente.
¿Y dónde surgió la idea de producir este espectáculo?
Fue dándose naturalmente y a medida que pasaron los años. Tengo veinte cantando. Doce con los changos de Los Nocheros y ocho años como solista, y siempre creciendo en todos los aspectos. Este nuevo emprendimiento nos hizo crecer como productora y en lo artístico. No es fácil trabajar con tanta gente, administrar un espectáculo de esta magnitud. Fuimos asumiendo distintos roles a medida que fue pasando el tiempo, y lo que nos generó este espectáculo es la necesidad de devolver gratitud a nuestro público, que es tan fiel, que nos sigue a todos lados; porque la verdad, que yo hace unos años lo ponía en el plano de los sueños. Esto de poder concretar cosas era un sueño y hoy, al contrario, por la seguridad que nos da ese público, que nos sigue, que nos apoya cada día, podemos trabajar en proyectos como este espectáculo que presentaremos en Villa Carlos Paz. Es decir, proyectamos cosas. Hemos proyectado este espectáculo porque sabemos que nuestro público nos va a acompañar y es allí donde enriquecemos nuestro espectáculo para devolverle gratitud a esa gente que tanto nos banca y desde hace tantos años, desde un escenario.
¿Fue difícil asumir el rol de productor?
Son cambios que tuvimos que aprender a la fuerza, porque como todos saben, la industria discográfica cayó, y la internet ha revolucionado el mundo de las comunicaciones y mucho más en la música. Esto por un lado trajo grandes ventajas, tales como la posibilidad de que los músicos pudiesen mostrar su talento por estos medios de comunicación. Pero para otros, ha sido perder la compañía discográfica, la venta física de discos, con la cual, a veces se sostenía una producción discográfica y en muchos casos estos cambios nos obligaron a que nos hagamos cargo de lo que antes se hacía cargo una discográfica. Antes, el cantor sólo cantaba, se encargaba de preparar el repertorio, y quien hacía las tareas de promociones, grabaciones, distribución y ventas de discos, lanzamientos y todo lo que hace al marketing de un artista, era una compañía discográfica que hoy en día es muy difícil porque el negocio del disco en muchos países y sobre todo en Latinoamérica, está casi terminada. Entonces esto nos ha hecho aprender casi a la fuerza, de cómo podemos los cantores hoy, sostener el trabajo discográfico, cómo difundirlo y hacer que llegue a los hogares.
Es verdad que hay una generación que ya no compra discos, eso lo veo en mis hijos, por ejemplo. Aunque escuchan muchísima música, incluso más que antes, pero no tienen ni un sólo disco físico. Vos vas a entrar en mi discoteca personal y mi mayor cantidad de música la tengo en disco físico; en cambio, vas a ir a la discoteca personal de mi hijo y la mayor cantidad de música la tiene en su computadora y las bajó de internet. Ambos seguimos escuchando y disfrutando de la música pero usamos diferentes vías o caminos. Pero también nos darnos cuenta de que aún hay una generación que sigue comprando discos y es la generación nuestra, por eso nosotros preparamos los discos para ellos, porque sabemos que quieren tener en casa y, gracias a Dios, hay todavía una generación que compra los discos.
Fotos : Jeremías Gigena