Desde que su tío, el Chaqueño Palavecino, le obsequió su primera guitarra, supo cuál era su vocación. Su aprendizaje en el Chaco salteño, donde absorbió el folclore más genuino, hizo de Jorge Rojas uno de los máximos referentes del género. Tras doce años junto a Los Nocheros, la banda que revolucionó el folclore argentino, y a partir de 2005, con su prolífica carrera solista, el cantante, compositor y productor, demostró que no hay nada más importante que seguir los sueños.
Poeta, humilde y emprendedor, Rojas persigue la música a donde quiera que vaya. El artista llega a Rosario para presentar su nuevo espectáculo “Jorge Rojas en Concierto”, mañana y el domingo en el teatro El Círculo (Laprida y Mendoza). Se trata de un concierto íntimo, donde por primera vez Jorge Rojas canta con una ensamble de cuerdas compuesta por violines, violas, violonchelo y contrabajo, que le dan prestigio a un espectáculo donde sobresalen sus canciones más que los ritmos folclóricos. En cuanto al repertorio, Rojas regalará sus canciones más personales en un repaso por su historia, donde no faltarán los temas de “Uno mismo”, su último material discográfico que fue Disco de Oro y Disco de Platino, tras vender más de 60 mil placas en Argentina. Además, habrá un adelanto de “A mi Pueblo”, el segundo disco de Los Rojas, el trío que comparte con sus hermanos Lucio y Alfredo.
Antes de los conciertos, Rojas dialogó en exclusiva con Escenario y analizó el momento introspectivo que está viviendo, recordó la etapa en la que decidió alejarse de Los Nocheros y tomar las riendas de su destino y profundizó en la importancia del rol del hombre en la sociedad.
—¿Qué particularidades va a tener el show que traes a Rosario con la incorporación del ensamble de cuerdas?
—Es la primera vez que vamos a Rosario con esta formación, que ya la presentamos en otras ciudades. Uno siempre trata de encontrar detalles para refrescar el show. Cuando uno lleva mucho tiempo en el escenario, en mi caso caso 20 años, lo más difícil es renovarse. La columna vertebral del espectáculo de un cantante es su repertorio, y se renueva cuando se saca un nuevo material. Más allá de eso, se trabaja en el detalle, y en este caso, el ensamble de cuerdas le dio una frescura muy linda, para la cual tuvimos que hacer nuevos arreglos para viejas canciones y así reversionarlas. Nos entusiasmamos mucho y nos gusta ver cómo la cuerda le da una estética diferente al espectáculo. Y esta incorporación hizo que cambiáramos casi obligadamente algunas cosas de la escena porque al tener más cantidad de músicos arriba del escenario nos hizo preparar tarimas especiales, poner luces especiales. Detrás de la parte musical cambió la puesta y la estética, así que el show tiene muchos detalles novedosos y frescos. En este caso, “En concierto” va a tener un repaso por toda la discografía. Van a haber canciones reversionadas con el arreglo de cuerdas inclusive de nuestro primer álbum. El show tiene más de dos horas de duración y vamos a hacer un repaso por toda la discografía.
—¿Cómo definís esta nueva etapa de tu carrera con “Uno mismo”, un disco que definiste como más introspectivo y comprometido con la realidad social?
—Uno trata de ir buscando nuevas formas. Este último disco fue pensado para romper algunas estructuras desde lo rítmico. Si bien el disco conserva el color folclórico, no conserva las estructuras. Por eso vas a encontrar canciones que tienen ritmos de chacareras pero que no lo son. Y desde el contenido de las letras, creo que mientras uno va creciendo va madurando su forma de pensar y de expresar sus pensamientos en una canción. Así surgió la canción “Uno mismo”, que es introspectiva y habla de que hay que empezar desde adentro. ¿Cuánto de culpa tenemos nosotros en lo que nos pasa? Es ahí donde el hombre se encuentra enfrentándose a sus propias cosas. La canción dice eso, que la batalla más difícil del ser humano es cuando se enfrenta con sí mismo. Cuando te enfrentás con tus miserias, tus defectos y cómo enfrentás las cosas que te suceden. La lucha interna no termina nunca, es permanente, no es de la noche a la mañana. Haciendo la visión más general, todas las cosas que nos pasan como seres humanos, como los cambios que está sufriendo la Tierra por la mano del hombre, somos artífices de nuestro propio destino. La contaminación, el descuido del medio ambiente, todo termina siendo responsabilidad de cada uno. Cada acción individual, por más pequeña que sea, influye en el mundo. La canción refleja un sentido amplio de tu vida, a través de ella reflejás lo que siente como ser humano, como argentino, como padre. Entonces, en todos estos años de hacer canciones, vas a encontrar todos esos aspectos. En los shows trato de montar todos esos momentos; algunos de reflexión, otros de baile y diversión, otros de amor, y así cada una de las canciones forman parte de los momentos de la vida.
—Hoy, a la distancia, a casi 10 años de tu alejamiento de Los Nocheros, ¿pensás que fue una decisión acertada?
—El año que viene ya se cumplen diez años... Yo sabía que artísticamente era un momento difícil para desprenderme de un grupo tan importante como Los Nocheros. Y sabía que no iba a ser fácil hacer un nuevo camino dentro de la música. Pero yo tenía una gran certeza más allá de las incertidumbres; que es el amor, el compromiso y el respeto por lo que hago, mi vida está alrededor de la música. Mis expectativas estaban enfocadas más allá de la fama, lo que yo quería es ser exitoso en lo que hago, eso es lo que todos buscamos. Y lo más importante es tener un sueño, porque detrás del sueño encontramos la voluntad de levantarnos todos los días para hacer algo, es lo más difícil de encontrar. Veo mucha gente a la que le cuesta salir adelante y es porque en realidad no encontraron su verdadero sueño, su vocación. Yo eso lo sentía. Había vivido una etapa maravillosa con Los Nocheros que tenían que ver con el éxito y con la fama, que son dos cosas muy distintas. Mi certeza era que iba a vivir alrededor de la música, y me dediqué a componer, me he transformado de apoco en autor y productor. Tengo mis propios espacios de trabajo, para cuando termine mi etapa en el escenario, para seguir viviendo alrededor de la música. Hoy, estar 4 meses dedicado a la composición es algo que me encantan, me motiva, me llena. Subir al escenario es el momento en que a través de la canción uno logra comunicarse. Y eso fue lo que logré después de Los Nocheros; renovar mi conexión con el público.
—¿Te molesta que en cada entrevista te pregunten sobre Los Nocheros?
—(risas) No, no, para nada porque para mí fue una etapa maravillosa. Y dentro de la historia del grupo, fui parte de un momento de brillo, de esas canciones. Y hoy eso forma parte de mi historia musical. Hoy llevo 20 años arriba de los escenarios, de los cuales, 12 los pasé con Los Nocheros, y hoy ya estoy cumpliendo casi diez años de mi etapa solista. Así que forman parte de mi historia musical.
—¿Un exponente del folclore nacional como vos escucha solamente folclore o sos abierto a otros géneros?
—Como tengo mi productora, mi estudio de grabación, la sala de ensayo, convivo continuamente con otros géneros. Cuando salgo de viaje, aprovecho para escucha la mayoría de los discos. Por supuesto que tengo muchísimo folclore pero también me siento atrapado por muchos géneros musicales como folclore latinoamericano... Cuando viajo, entro a disquerías y compro música de diversos autores. En mi vida cotidiana escucho cosas diversas, tango, rock nacional, música alternativa, tropical. Y el hecho de estar girando constantemente por muchos lugares hace que el abanico se expanda mucho más, y que al mismo tiempo, eso afectó mi forma de componer. Si bien mi raíz folclórica es muy profunda y muy clara, después de 20 años de carrera, de haber conocido tantos lugares y haber trabajado con tantos artistas, ha ido afectando mi forma de componer. Hoy en mis canciones, pueden encontrar un abanico amplio de géneros, donde se nota una fusión del folclore con otros géneros. Creo que la música te va cambiando, te va afectando.
