El padre de Jorge Rojas comentó a Cadena 3 que "aprendió mucho de los indios: es otra cultura". Recordó que su hijo "de chico agarraba latas de dulce de batata para hacer música".
Lucio, padre del reconocido cantante Jorge Rojas, en diálogo con Cadena 3 dio detalles de su vida y de los comienzos de su hijo en la música.
“Si uno retrocede diez años acá en la escuelita hay una transformación, también en los caminos, es otra vida. El aborigen ya te saluda, te muestra una sonrisa, hay un entrevero de educación hermosa, mucho avance. Hay un intercambio hermoso y vamos avanzando todos”, expresó.
“Si yo le hablo por el año 50, cuando era joven, se notaba que no se miraban de frente entre criollos y aborígenes. Hoy almorzamos juntos, jugamos juntos y nos hacemos bromas”, reflexionó Rojas.
En lo que respecta a sus primeros años de vida, y la razón de que lo apoden "indio", recordó: “Yo me crié con los chorotes, aprendí a jugar a quien corre más fuerte descalzo y no hincarse los pies con las espinas. Le aprendí mucho al indio, a pescar, a enamorar. Es otra cultura, el aborigen tiene otra forma, hasta para tomar mate. Me siento más indio que algunos indios".
“Me fui a Neuquén por razones económicas, le debía a medio mundo y me empezaron a castigar las deudas. El comisario me invitaba a comer un asado para no ponerme preso, así que me fui a buscar trabajo. Allá nacieron mis hijos. Aprendí mucho con los ingenieros, como soldadura y a administrar. A cargo mío había 300 operarios", comentó.
“Mi mamá y mi papá por razones económicas se fueron a Bolivia, y mis abuelos me criaron. Y cuando estaba en Neuquén me volvía a verlos, porque estaban viejos y enfermos y quería acompañarlos sus últimos días, hasta que un día fui a la universidad y presenté la renuncia indeclinable. Primero, me llamaron de administración, después el decano y el rector, y yo le expliqué que era para estar con mis abuelitos”, detalló el padre del reconocido cantante.
“Tengo varios hijos. Tres de ellos son cantores. No pensé que Jorge iba a hacer la carrera que hizo. Él de chico agarraba las latas de dulce de batata, le ponía un palo y una tanza y empezaba a hacerlas sonar. Un día le compré una guitarra de juguete y la rascaba, después se le notaba apurado por hacer notas, así que le compré una más grande, y aprendió rápido”, sostuvo.
“Por ahí demoraba en llegar a casa. Un día me hizo una zamba, después una chacarera, y elegimos una guitarra negra para Jorge, y desde entonces no le hemos podido hacer agarrar nada más pesado que una guitarra. Todos los padres debemos educar a los hijos desde chicos. Mi abuelo me llevaba derecho, yo lo mismo he hecho con mis hijos”, agregó.
Finalmente, le recitó una copla a una joven que estaba mirando la entrevista, ya que según explica, “está viejo” para cantarla. “Tengo que estar con muchos vinitos encima para cantar una copla. La puedo recitar hablando, le diría una copla a la rubia que está en la ventana: “veo una niña de ojos lindos, de cuerpo bien modelado, en la humedad de sus labios quisiera morir ahogado”.
Entrevista de Rony Vargas.
