El cantautor (y ex Nochero) Jorge Rojas actuará esta noche en Rivadavia Canta al País. A punto de cumplir 40 años, el neuquino dice que hace un “alto en la huella” de su vida.
Hay etapas del ciclo vital que, en la cultura occidental, suelen identificarse con procesos concretos. En esta lógica, “los 40” suelen asociarse con un momento de crisis en tanto cambio profundo y por tanto, de balances. En marzo, el cantante y compositor Jorge Rojas alcanzará lo que llaman “la mitad de la vida”. “Y sí, a esta altura uno hace un alto en la huella”, dice, a tono. “De hecho el título de mi último disco es Uno mismo y contiene canciones que reflejan este estado de reflexión”.
El corte de difusión de ese disco –según adelanta Rojas “le da el concepto”–, junto con un repertorio armado para conmover a Mendoza es el que se escuchará en Rivadavia Canta al País, escenario que el músico pisará esta noche para colmar de romanticismo y ritmos de “tierra adentro” la penúltima jornada festivalera.
–Una vez más te recibe Rivadavia, un escenario significativo para tu carrera...
–Claro, para mí es un escenario fundamental porque marcó un momento vital en mi carrera: ahí grabamos un disco y un DVD en vivo con el marco que ofrece Rivadavia, que es precioso. Es el único disco que tengo en vivo hasta ahora, este año saldrá otro que hicimos en el Luna Park y es un registro que queda para toda la vida, así que imaginate lo importante que es para mí volver a es escenario.
–¿Y con qué vas a seducir esta vez a tu fiel público?
–Preparamos un espectáculo, entre setiembre y octubre estuvimos trabajando en el show que estamos ofreciendo en los festivales. Es un show renovado en cuanto a puesta y coreografías que incluye canciones de toda mi carrera y de Una sola voz, la placa que grabamos con los Rojas. que le da el marco folclórico al show, y además tres canciones nuevas del material en el que estoy trabajando. Precisamente en este momento estoy en el estudio. Y para el final siempre dejamos los ritmos del Norte, que son los más bailables como el carnavalito o la chaya, porque sabemos que la gente va a los festivales con ánimo de divertirse. Lo importante es siempre tener algo nuevo para decir.
–En Rivadavia van a participar también tus ex compañeros Los Nocheros, ¿cómo está la relación actualmente?
–Mirá, con Rubencito (se refiere a Rubén Ehizaguirre) siempre nos hablamos. Es un poco con quien hemos superado lo que sucedió después de la separación y han salido a flote valores como la amistad y la familia, tenemos una relación muy linda.
–Yamila Cafrune postulaba el otro día que un artista popular que se precie de tal debe concebir su labor artística unida a la labor social. Creo que vos sos otro ejemplo de esto, ¿qué pensás?
–Creo que el cantor popular tiene la posibilidad de decir cosas. Yo tengo canciones en las que expreso lo que siento como ser humano. Si bien mi canción no es contestataria, tiene sentimientos. Hablo de las cosas que nos lastiman, del país que nos duele, es mi forma de comprometerme. Pero así como tengo temas en los que he logrado decir lo que me duele hay muchos otros en los que hablo de las cosas lindas que tenemos en este país hermoso, en el que suceden hechos de los cuales estamos orgullosos, como es la Argentina solidaria. Una muestra de eso es que cada vez que algún fenómeno catastrófico ha azotado a algún sector de la población los argentinos han sido solidarios y han salido con los brazos abiertos a ayudar, como es el caso del festival que organizamos cada año en el Chaco Salteño (N de la R: Jorge es mentor del Festival Latinoamericano de la Cultura Nativa, de carácter solidario e identitario, que se realiza desde el 2009 en Santa Victoria Este, Salta, y también en Marca Borrada, lugar donde Jorge vivió su niñez).
–Vaya unión de cultura con solidaridad. ¿Se hará este año el festival?
–Claro que se hará, del 23 al 26 de mayo, y este es otro ejemplo de la voluntad de la gente para ayudar, porque si es por vernos cantar podrían hacerlo en cualquier lado, sin embargo hacen el esfuerzo de viajar para llegar hasta ese lugar para ayudar y sentir todo eso que vive la gente que está marginada. El encuentro tiene un espíritu solidario y de integración. Es la única fiesta popular del país que se hace en el centro de una comunidad aborigen. Ahí crecimos nosotros y está todavía nuestra maestra, nuestros compañeros, ellos son de la etnia chorote. Gracias a Dios, después de unos cuantos años se está notando todo el trabajo y el esfuerzo que hicimos en conjunto con toda la gente que trabaja en esto. Hoy tenemos el orgullo de decir que en nuestra comunidad no tenemos chicos desnutridos cuando hace unos años la mayor parte de la población infantil estaba en esa condición; las enfermedades de la comunidad están controladas gracias a que hemos instalado el primer centro de salud, que es atendido por un miembro de la comunidad. Ya tenemos cinco maestros bilingües y varios chicos estudiando afuera oficios o profesiones gracias a familias que los apadrinan. En mi casa vive un toba que está estudiando música en Villa María (Córdoba). Todo esto nos da fuerza para salir adelante.
Los 40, edad de balances
–Estás a punto de cumplir 40, una etapa considerada como una especie de bisagra en la vida...
–Justamente, de hecho el disco en el que estoy trabajando se llama Uno mismo, hay una canción que lleva ese título y que es la que le da el concepto al disco, que habla de esto, de este momento en el que uno se pone a reflexionar, a ver el camino recorrido y a replantearse todo. Una de las frases habla de que “la batalla más grande que nos toca librar a los seres humanos es con uno mismo”, contra nuestras propias miserias y las cosas valiosas y ver cómo equilibrar eso, qué hacemos frente a los errores y tantos momentos en que nos equivocamos. Yo hablo de reconstruir, recomponer en todo sentido, siempre se puede intentar ser mejor, desde lo profesional y desde lo personal. Yo por ejemplo tengo tres hijos, dos varones de 19, 17 y una nena de 14, son edades en las que necesitan un referente importante para la vida y hay que hacerse cargo. Y a la vez hay muchas cosas de las que estoy más que agradecido, como la gratitud y lealtad de mis seguidores, eso lo agradezco eternamente.
Por Gisela Emma Saccavino